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viernes, 19 de abril de 2024

Amón y el odre estomago


 

En forma de un omphalós, los egipcios veneraban a su dios Amón, al igual que Delfos, este ónfalo africano era famoso oráculo en el oasis de Siva. Se conocen otras representaciones del Amón anicónico que los estudiosos describen como un odre.

Es obvia la comparación del odre con un estómago humano. Amón estaría figurado como el útero primigenio, todavía asexual, y nos llevaría al tiempo en que las concepciones de estómago y útero eran virtualmente iguales.


En el México actual el odre aún sigue usándose en el campo para la recolección del aguamiel en los agaves, con el que se prepara el pulque,

El ombligo como centro erótico. Gutiérrez Timón. Lecturas 16 Mexicanas. Páginas 62 y 63



La feria


Tomado de: Erika Brandner.

Siempre, desde que tengo uso de razón, fue para mí, el evento más esperado del año y aunque e de confesar que no soy precisamente la persona más fiestera o aventurera, la feria del pueblo siempre ha sido motivo de alegría. 

Cuando estaba en la primaria, no recuerdo que grado era, era un motivo de especulación el momento en el que llegarían los juegos mecánicos, y aunque no disfrutaba subirme a ningún juego, anunciaba el inicio del ritual que todos esperábamos, ya que después de los juegos llegaban los puestos de comida, comidas que regularmente no comíamos y que si teníamos suerte, nuestros padres los comprarían como una golosina exótica.

Los días lluviosos, era otra señal de que la fiesta estaba cerca, así que en esos días se comentaba entre los compañeros del salón, si asistirían, a qué juegos se subirían, con quién asistirían y si podrían visitarme. 

Al salir de la escuela, era todo magia, la sequía daba paso a días frescos de suéter, charcos en la carretera y nubes grises o negras en el cielo. Comencé a caminar, pero ese día era un día diferente, no había cansancio o flojera por llegar a casa, desde el día sábado comenzaron a llegar los juego. Era un sábado lluvioso y no tuve que salir a cuidar los borregos, en lugar de eso, mi mamá preparó café con leche endulzado con piloncillo y supongo tenía canela, además que sospecho que de café no tenía mucho por la edad que teníamos los más pequeños.

A pesa de que todos estábamos guardados, alguien fue a ver al atrio de la iglesia si habían llegado ya, en eso uno de mis hermanos llego y dijo ¡ya llego el primer camión! Y se ve que es la rueda de la fortuna, se ve que este año, será enorme.

Salimos disparados, sin suéter, en medio de la lluvia, para dar fe, que los juegos, habían llegado.

Para el día lunes, esperábamos que hubiera más, así que especulábamos que juegos habría este año glorioso. Con esa idea en la mente comencé a caminar, preguntándome qué juegos, de qué color, que tamaño ¿Ya habrá llegado la acomida? Mejor aún, ¿Habrá llegado la fruta? Mejor aún, ¿Habrán llegado los cocos?

Sin frío, sin calor, caminando a paso veloz, llegue a casa, había un hervidero de gente y el ambiente estaba saturado de olores nuevos, música, niños jugando, carpas instalando, me fui más lento para contemplar la escena y me fui a casa a contar todo lo que había visto.

Traía las palabras que se agolpaban en la punta de mi lengua, a punto de ser disparadas con todo, cuando pronuncie la primera letra: A... y vi a una niña, creo que de 15 años, aunque no estoy seguro y jamás pregunte la edad, que platicaba con mi hermana mayor, mientras ella le decía: 

Claro, con mucho gusto, cuenta con ello.

Nunca, o eso creo, había visto a una niña tan bonita como esa, creo que todos los presentes y ausentes, se dieron cuenta de que, a mí me gustaba esa niña como nunca antes me habían gustado las niñas.

Mis hermanos, que no estuvieron ahí, también se dieron cuenta después, ya que esta niña continua yendo a la casa.

viernes, 12 de abril de 2024

Cada paso que doy

Y a cada paso que doy me acerco más a ti.
De mi infancia yo me enamoré,
Te añoré
Te pensé
Te deseé
Te vi en la mirada de Van Gogh
En los risos de Dalí
En los delirios de Morrison.
Ingenuamente, te vi como mi felicidad futura.

Ahora por las noches me despiertas,
Te burlas de mí 
Inquietas mi mente 
Me miras 
Te miro
Sudo.

Me quitas el hambre,
Extingues mi deseo carnal,
Mis ganas de vivir.

Quiero correr,
Gritar
Parar de sufrir.

Ahora añoro
La paz infantil
El descanso nocturno 
El comer
El disfrutar de los minutos.

Y a cada paso que doy me acerco más a ti
A la locura de Dalí 
A añorar el hoy
El aquí 
El ahora.




jueves, 14 de marzo de 2024

Tu silueta


Lo voy a contar tal como lo recuerdo:

Era, en principio, un día caluroso de mayo, donde por mucho tiempo nos habíamos mandado mails, para poder coincidir en una junta, una capacitación e intercambio de información sobre el trabajo. No seríamos los únicos en esa ocasión, estábamos rodeados de compañeros de trabajo como en otras ocasiones.

Para mi fortuna, gente de tu oficina paso por mí, y luego pasamos, por ti, recuerdo que subiste rápido y enojada después de la supervisión que habías tenido con tu gente en el trabajo. No puse mucha atención, iba concentrado en los objetivos y metas que discutiríamos más tarde.

Fue un viaje largo, el tráfico nos retrasó y llegamos tarde. Aun así, cuando entramos en la sala de juntas, no había nadie, fuiste y te disculpaste conmigo. Me dijiste que irías a buscar al personal encargado. Regresaste rápidamente diciendo que habían tenido problemas y les diéramos 15 minutos para iniciar.

La verdad, me molesté, lo tengo que confesar. Entre el tráfico y los retardos, esto movía toda mi agenda. Sin pensar, te dije que empezaríamos con los puntos que te concernían directamente para poder concretar los objetivos de la reunión. Así que inicie.... Fue tan rápido. Aún lo recuerdo:

Termine de exponer mis puntos, te paraste del otro lado de la mesa, tomaste tus notas y te dirigiste al frente. Empezaste a anotar unos puntos en el pintarron. Fue cuando vi como ibas vestida. Pero no solo eso, fue como si te viera por primera vez. Te veías tan hermosa, tan sexi. Era un pantalón entallado, con una blusa de seda, que caía sobre tu cuerpo. Permitía ver la sensualidad de tu silueta, tu cintura entallada, tu cuello dibujado con perfección, tu pelo cayendo sobre tus hombros y la blusa, esa blusa terminaba en unas caderas espectaculares, hermosamente dibujadas y torneadas. Mi mundo desapareció, solo podía ver tus nalgas, tan perfectamente sexis. Tan duras y torneadas que me invitaban a conocerlas, poseerlas, tomarlas como se conquista un territorio, soñado y anhelado.

Por un momento no escuche, no vi, no estaba en la tierra, solo pensaba en tus caderas, en hacerte mía, en acercarme a ti. En eso te diste la vuelta, me viste con una sonrisa que para mí fue sensual, sexi y provocativa, luego baje la mirada y vi tus pechos. Perfectamente torneados. Dibujados entre la blusa, dejaban ver su perfección.

Cuando termino la reunión, te vi como otra persona, feliz, encantadora. Pensé en que debía trabajar más cercano a ti y esto me permitiría conocerte más. Saber tus gustos, tus sueños, tus anhelos, tu forma de ver la vida y así, quizás, tú me conocerías y me darías una oportunidad, la oportunidad de probar cada centímetro de tu piel. Quizás.
 


Una vida alternativa

 



La vida feliz, en contra posición con la vida melancólica, es la que te tiene en este problema.

 ¿Acaso recuerdas la primera vez de tu melancolía?

Claro que lo recuerdo, como si fuera ayer, es más, a noche me desperté más de una vez por esto. 

¿Y qué recuerdas?

¿De la primera vez? 

Recuerdo despertar por la noche, no sé si aún era madrugada, no recuerdo la hora, recuerdo cuestionarme mi existencia. Recuerdo la noche, las estrellas y lo obscuro. Después de eso, cuando crecí y era un adolescente, recuerdo salir a caminar por la noche mientras todos duermen, recuerdo la obscuridad, no había energía eléctrica.

¿No te parece que eso ya paso y es pensar en el hoy?

Todos los días lo pienso, pienso que eso nunca regresara, mis primos crecieron, hicieron sus vidas, mis tíos murieron, no construirán más columpios debajo de los árboles y con ellos se fueron aventuras en búsqueda del diablo, de casar por las noches, de visitar a familiares que aún no conocía, del jugo de naranja sintético en verano, de las novedades de la ciudad.

Olvida, es momento de construir los recuerdos de tus hijos.

Eso hago, darles pequeños momentos mágicos, y que ellos no noten la melancolía rancia en mi mirada. Quiero terminar de procesar esas imágenes de mi mente, en donde todo está en sepia, la lluvia en casa de mis abuelos, el caminar por riachuelos con mis hermanos, las comidas en casa de mis papás, como las enormes ollas de tamales, las peleas, la diversión y risas de algunos de ellos. Ya no las quiero, porque pudren mis ojos, lloran por momentos y personas que nunca más estarán a mi lado. Los extraño, con ese recuerdo de niño y justo ahora quisiera compartir con ellos. En su lugar estoy aquí... mirándolos a lo lejos.

Es momento de superar, de crear cosas nuevas, de ser una persona más positiva.

Lo sé, me da miedo el pensar que será de mi melancolía en 20 años, no la quiero más a mi lado, quiero sonrisa, quiero pensar positivo de ahora en adelante, quiero que tú me mires, dentro de mi alma y veas a un ser diferente, con la esencia inquebrantable, pero capas de crear momentos maravillosos, dignos de recordar en mi mente y en la mente de los que me conocieron.

Debes trabajar en ello.

¡Lo prometo! tú lo verás...

martes, 13 de febrero de 2024

Cada cosa en su cajón: El orden.

 

La organización de las ideas se refleja en la manera que escribes. Escribes de acuerdo a como lees. El leer te permite ordenar tus ideas, por lo tanto, entre más lees, mejor organizadas tienes las ideas, lo que puede traer como consecuencia orden no solo de las ideas, sino como consecuencia un orden en tu vida.

Cuando tienes orden de ideas, puedes entonces ordenar tu entorno, ya que puedes ver claramente el orden que debe tener cada una de las cosas que te rodean.

Ante esto, uno podría pensar, entonces, que leer ordena la vida.

Ya sé, ya sé, que la cosa no va así.

Bueno, eso lo escuché hace algunos años a tras (Quizás no oí bien). Lo que me causo un conflicto, ya que, según yo, soy un lector habido, digo según yo, porque de acuerdo a la anterior yo debería tener orden. Cosa que está muy alejada de mi vida, de mi escritura y lo confirman las personas que me conocen. 

Creo que tengo más un perfil parecido al Quijote: La lectura me ha hecho una persona distraída, que se la pasa soñando con mundos imaginarios, con discursos interminables y que, por ende, se ha olvidado del orden de las cosas y de la vida.

Según yo, claro, tengo orden en la escritura, (léase con risas tempestuosas de fondo). 

Las risas vienen a cuento porque en días pasados, me he encontrado con una maestra en ciencias, la cual me reviso un documento que escribía para ella: me ha regañado (yo creo que si fue regaño) a tal punto de casi salir de la reunión, al ver que no podía transmitirle ninguna de las ideas que tenía respecto a este proyecto. Al final me ha pedido orden y claro, que vuelva a escribir todo el documento.

Así que no puedo decir (Yo no) que leo mucho, mucho menos que he podido pensar de manera ordenada a partir de este hecho.

Creo que la tarea es leer más. Solo espero que, en lugar de orden de ideas, no me pierda más en los mundos de Don Quijote.

¿Qué opinas?

lunes, 12 de febrero de 2024

Positivo y negativo

 

Cuando todas las cosas marchan bien, no recuerdas las cosas de la misma manera, pero tampoco concibes la realidad de la misma manera.

¿De cuántas cosas te has perdido por tu forma de pensar? Como cuando evitas personas por el simple hecho de pensar diferente a ti. Todo esto tiene el común denominador de pensar de manera negativa.

Te explico: Si siempre piensas de manera negativa, tu propia historía de vida se llena de una melancolía falsa, te pones tristón y piensas que eres la última piedra, la más absurda, ridícula, torpe y mediocre.

Recordaba el otro día de esta manera mi etapa juvenil, y me culpaba de no haber tenido más amigos. Pero olvidaba algo: siempre preferí las bibliotecas y la soledad que las fiestas, la compañía, el baile, los conciertos. Esto me llevó a otra percepción falsa de mí mismo.

La de ir pocas veces a conciertos. Me puse a comparar con otras personas, cuando estas empiezan a hablar de los conciertos a los que han ido, los grupos que han escuchado, los amigos que los han acompañado. En automático comencé a reprocharme el hecho de no ir. Me culpé por no haber trabajado más, de no contar con recursos para ir a ver a esos artistas que visitan México, mi estado u otros estados. 

Después de un rato caí en cuenta que mis gustos son otros, para empezar no soporto las multitudes, los sobre precios de las bebidas, de las playeras y de cualquier souvenir. También critico cualquier cosa dentro del concierto, así que mi felicidad es hacer definitivamente otras cosas, con mi tiempo y con mi dinero. Para eso están los Groupie, que siguen a sus bandas favoritas.

Así que al parecer soy un aburrido. Pero un aburrido que se divierte y disfruta mucho de sus actividades planeadas o no, con salidas o directamente en su casa. Con los amigos o solo. ¿Quién puede decir que es bueno y qué es malo? 

De ahora en adelante me propongo recordar el pasado, no de forma melancólica, sino como una serié de hechos afortunados y no afortunados. Pero todos ellos llenos de aprendizaje que me hacen ser, esa persona que, soñé de niño, que no soy ahora, pero que disfruta de ver una atardecer desde su venta. Con una puesta de sol, o con la obscuridad de un cielo nublado.

Y cuando recuerde este momento, lo recordaré como cuando hice uno de mis sueños realidad: Escribir.

Amón y el odre estomago

  En forma de un omphalós, los egipcios veneraban a su dios Amón, al igual que Delfos, este ónfalo africano era famoso oráculo en el oasis d...